En el Cusco del siglo XVI, Felipe era un afrodescendiente libre que dominaba el quechua y actuaba como puente entre la población negra y las comunidades indígenas. Durante el alzamiento de Túpac Amaru I (el último Inca de resistencia en Vilcabamba), Felipe se convirtió en un intermediario clave, facilitando alianzas y estrategias de resistencia política. Aunque su nombre no siempre figura en los documentos oficiales, investigaciones recientes lo mencionan como un aliado imprescindible en la última resistencia incaica.
Fuente destacada: Las genealogías y estudios sobre la figura de Túpac Amaru I lo incluyen como aliado estratégico