La cajita: un altar en clave de ritmo

Usada originalmente en procesiones religiosas por afrodescendientes, la cajita servía para recolectar limosnas. Pero cuando se vaciaba de monedas, se llenaba de ritmo. Su tapa se abría y cerraba como si marcara los latidos de una fe mestiza, negra, profunda. En las calles de El Carmen, la cajita fue la respuesta sonora a las campanas que no dejaban entrar a todos al templo.

Fuente: Romero, R. (1994). «Black Music and Identity in Peru: Reconstruction and Revival». Latin American Music Review.

Facebook
X
LinkedIn
Email

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *