Las negras que rezan con fuego – Historia de la santa y mística Úrsula de Jesús

Mucho antes de que existiera la palabra “terapeuta”, las mujeres negras ya sanaban con plantas, rezos, silencio y memoria. No necesitaban permiso del virrey: sabían que la ruda limpia el mal, el eucalipto abre el pecho y el miedo se arranca con canto.

Una de ellas fue Úrsula de Jesús, mujer negra y esclavizada, nacida en Lima en 1604. Vivió en el Convento de Santa Clara y, aunque no usaba hierbas, su medicina era espiritual: hablaba con las almas, rezaba por las condenadas y dictó un diario de visiones. Era mística y pobre, santa sin altar, ignorada por el poder.

Hoy, su legado vive. En Cañete, Zaña y Barrios Altos, las abuelas curan con hierbas y oración. No piden permiso para sanar. Porque cuando no hay hospital ni justicia, hay una mujer negra con una vela, una oración y un manojo de fe.

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